CONCLUSIONES

Creo que la experiencia está siendo muy positiva para todos los alumnos, ya que están muy motivados con las actividades que van realizando. Los niños se dan cuenta de las dificultades que puede tener un niño sordo en la vida cotidiana, en este caso su compañera de clase, pero de una forma participativa ya que todos se involucran en el papel de lo que supondría ser sordo. Finalmente, comentando las actividades los niños intentan poner medios para que el niño sordo comprenda las cosas como ellos y para eso utilizan diferentes medios como pueden ser las imágenes, los sonidos, dirigirse al niño sordo siempre de frente, es decir, que estén en el campo de visión del niño, etc. Como opinión desde el punto de vista del docente que soy, creo que tener un alumno con alguna dificultad en el aula no implica solo poner medios para su mejor integración sino que hay que tener en cuenta al resto de los alumnos.